Después de experimentar Hakomi en mi país de origen, Argentina, hace más de 20 años, decidí atravesar el continente americano llegando a Ashland, Oregon, para estudiar con Ron Kurtz, el fundador del Método Hakomi. Siendo una consejera somática, su trabajo no solo se me presentó como un método particularmente elegante y profundo de terapia centrada en el cuerpo, sino que también resonó en espíritu  con una manera de ser en el mundo ( familiar por mis orígenes, habiendo, desde niña,  tenido un interés en taoismo, budismo y otros abordajes místicos y filosóficos) basada principalmente en una escucha profunda, silencio y honrando los ritmos y la calidad orgánica de los procesos de sanación y crecimiento.

 

Desde entonces estudié y asistí a Ron en su trabajo durante más de 12 años. Aporto también más de 30 años de experiencia trabajando con una variedad de modalidades terapéuticas basadas en la experiencia sensoriomotora y diversas artes de movimiento, incluyendo el Método Feldenkrais (Profesora y Practicante Certificada) y Psicoterapia Sensoriomotora.

 

Traigo a mi práctica mi presencia inclusiva, una práctica de mindfulness de toda una vida, a través de la práctica zen, la maternidad, la danza, las artes visuales, la jardinería, la cocina sana y la ligereza y el sentido del humor que solo una vida social comprometida y el tránsito por los duelos y pérdidas  implicados suele generar.

 

Mi pasión es el cambio social evocado simplemente a través de facilitar un entorno para traer a la luz los procesos inconscientes y hábitos arraigados encarnados que nos limitan y nos impiden relacionarnos profundamente y crear intimidad auténtica.

Trabajo generalmente compartiendo este proceso en grupos, comunidades, familias, parejas o individualmente si es requerido.

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